jueves, 19 de noviembre de 2009

CONSEJO CONSULTIVO LABORAL ANDINO. Derecho a la salud laboral en la Comunidad Andina [en línea]. En: http://www.ccla.org.pe/publicaciones/cuadernos-integracion/pdf/cuaderno2.pdf

ANÁLISIS CRÍTICO


La importancia de elevar la calidad de la atención a la salud resalta el énfasis en la respuesta a diversos factores siendo que entre ellos destaca, el reconocimiento del compromiso que al respecto tienen los profesionales de la salud y las instituciones que brindan los servicios; la necesidad de lograr el éxito de planes y programas de salud; y, la demanda de las personas que reciben los servicios y del mismo personal que los otorga.

En este sentido, los servicios de salud deben desarrollar las estrategias necesarias para brindar una atención que considere no solo los aspectos biológicos de la salud, sino también, los psicológicos y sociales; acentuando asimismo medidas preventivas, que promuevan la equidad e igualdad para contribuir a mejorar las condiciones en la atención al servicio de salud.

Asimismo en cuanto a la calidad de la atención en salud, es importante señalar que ésta debe ser entendida como el grado en que los medios más deseables se utilizan para alcanzar las mayores mejoras posibles en la salud, siendo de importancia destacar el hecho de lograr con la atención médica los mayores beneficios posibles con la menor exposición a riesgos, todo ello con los menores costos posibles; siendo así que, es necesario reconocer que tienen importancia en el otorgamiento de servicios de salud, los aspectos técnicos indispensables para lograr atención eficaz, eficiente y efectiva, cimentada en el respeto mutuo, determinando en gran medida resultados exitosos para la salud.

En tal línea, el proceso de la atención de salud, se relaciona directamente con la calidad del servicio, por lo que dirigir esfuerzos que aseguren que el personal de salud desarrolle de la mejor manera posible los procesos diagnósticos, terapéuticos, de promoción de la salud y de servicios en general, contribuye en mayor medida a garantizar una buena calidad de atención; del mismo modo, realizar un monitoreo sistemático al cumplimiento de dichos procesos asegura prevenir y detectar oportunamente problemas que podrían generar resultados negativos en la prestación de servicios y, obviamente, para la salud.

Por otra parte, es necesario también tener siempre presente, que otorgar servicios de salud implica, más que en cualquier otro tipo de servicios, una interacción donde la población usuaria se encuentran en situaciones particulares: viven un mayor nivel de dependencia hacia el personal de salud, fundamentalmente por la carencia de información y de conocimientos de los aspectos médicos; frecuentemente acuden a buscar los servicios con un estado anímico particular, sobre todo si existen sospechas o evidencia de problemas de salud, lo que conlleva diversos grados de preocupación o angustia, inseguridad, incertidumbre, ansiedad, tristeza, etc.

Estas emociones se agravan por el trato que el personal de salud da con frecuencia a los usuarios, despersonalizado e indiferente, las personas se transforman en un número de cama o de expediente, o en una enfermedad; siendo por tal que, dicho trato es matizado, en muchos casos, de acuerdo a las características personales de las personas atendidas, fundamentalmente sociales y culturales, no es infrecuente ver como se da un trato diferente a pobres y a ricos, en los servicios públicos y los privados, etc.

Es pues importante reflexionar sobre el aspecto humano que caracteriza los servicios de salud, fundamentalmente en las instituciones de servicio público y establecer mecanismos que permitan subsanar las fallas.